Esse IK

Un campo de fútbol cubierto de césped artificial; el equipo de fútbol de un pueblecito cumple su sueño

El equipo de fútbol Esse IK de Ostrobotnia decidió contratar a una empresa para construir un campo de fútbol cubierto y asegurarse de que los aficionados a este deporte, cuyo número no para de crecer, pudieran entrenar todo el año. El resultado ha sido un incremento exponencial en el interés por este deporte en el pequeño pueblo de Ähtävä. Otros equipos deportivos de la zona también pueden utilizar estas instalaciones.

Hace unos pocos años, un buen número de familias de Ähtävä llevaban a sus hijos en coche a jugar al fútbol en instalaciones deportivas muy masificadas de pueblos vecinos las tardes y fines de semana de invierno. El trayecto al campo de fútbol más cercano era de 30 km, y los equipos de fuera solo podían reservar el espacio a última hora del día.

El Esse Idrottsklubben era consciente del reto que suponía entrenar en invierno, especialmente para los más pequeños, pero también de las oportunidades del equipo para ampliar sus actividades y fomentar el desarrollo de las futuras estrellas del fútbol. Por eso, el club empezó a plantearse la posibilidad de construir un campo cubierto propio en Ähtävä.

«Antes el equipo solía pagar un alquiler por las horas de entrenamiento en otras instalaciones. Pensamos lo siguiente: ¿por qué no dedicar la misma cantidad anual a nuestro propio espacio? Teníamos claro que a otras entidades deportivas y al municipio les interesaría alquilarlo porque sufrían el mismo problema de escasez de sitios para organizar entrenamientos», cuenta Filip Vikström, responsable financiero del proyecto.

Sorprendidos por el interés de patrocinadores

Se conformó una empresa independiente para coordinar y llevar a cabo las obras de construcción. Casi desde el primer momento firmaron un acuerdo con Best-Hall, conocida por su fiabilidad a la hora de construir espacios de este tipo.

«Habíamos oído buenas opiniones sobre proyectos de Best-Hall y queríamos un socio de confianza para esta inversión de enorme importancia para nosotros. Su extenso conocimiento de proyectos similares nos vino muy bien en el proceso», recuerda Vikström.

La subvención para la obra que recibimos del ELY Centre establecía que la empresa debería construir una nave con una estructura fija. El edificio con estructura de acero y cubierta de PVC de Best-Hall era la opción perfecta. Las instalaciones deportivas de uso público también requieren un diseño especial y experiencia en la certificación FISE, y todos los ingenieros de Best-Hall cuentan con ella.

Las últimas preocupaciones relacionadas con la inversión se esfumaron cuando la empresa comprobó que la comunidad local se implicaba con un enorme entusiasmo.

«En última instancia, necesitábamos un préstamo para cubrir solo un tercio de los costes. El resto lo reunimos gracias a capital social, patrocinios y subvenciones. El nivel de interés de la gente superó todas nuestras expectativas», declara con alegría Rasmus Vikström, uno de los impulsores del proyecto.

Un espacio luminoso y amplio que recibe buenas críticas

En septiembre de 2017 tuvo lugar la primera sesión de entrenamiento en el edificio, bautizado como Esse Elektro-Kraft Arena. De hecho, la nave ya estaba terminada en primavera, unos pocos meses después de la confirmación del encargo, que llegó tras la concesión del permiso municipal de obra en diciembre.

«El invierno es el momento perfecto para construir un edificio para la siguiente temporada de entrenamiento en interiores. El frío y la nieve no suponen ningún impedimento para construir y, como nuestros plazos de entrega no eran tan urgentes, la planificación previa necesaria se puede asumir con rapidez», afirma Leif Fagernäs, responsable de Best-Hall para la gestión del proyecto. 

A diferencia de los diseños originales, la empresa a cargo del desarrollo de las instalaciones, a propuesta del diseñador, decidió instalar una cubierta de doble capa para mejorar el aislamiento térmico.

«La solución es excelente porque el techo blanco mejoró significativamente la iluminación y la comodidad dentro del edificio. Gracias al revestimiento interior, ha sido muy fácil añadir publicidad de los patrocinadores a las paredes, un elemento muy importante para nosotros», explica Rasmus Vikström, agradecido.

Después del primer invierno, la empresa encargada del desarrollo está muy contenta con el edificio, que ha recibido elogios de los residentes de la zona.

«Aquí el interés por el fútbol se ha disparado. Mucha gente ha querido reservar el espacio para entrenar. La nave no solo se usa para el fútbol. Los escolares también juegan al béisbol finlandés y los grupos de jubilados disfrutan con la petanca. El campo de 30 x 60 m también sirve para practicar bádminton y voleibol, por ejemplo. De hecho, queremos adaptar nuestros servicios de modo que sirvan para una variedad de deportes más amplia y se puedan utilizar en más épocas del año», detalla Rasmus sobre los planes de futuro de la empresa.

A posteriori, los impulsores del proyecto solo tienen una preocupación:

«Si hubiéramos sabido lo bien que iba a salir todo, habríamos encargado una nave un poco más ancha con capacidad para una pista más grande donde jugar a fútbol juvenil ocho contra ocho», resume Rasmus Vikström.