Para cumplir con los objetivos medioambientales futuros hay que construir edificios con bajas emisiones de carbono

Cada vez más gestores quieren construir edificios responsables y con bajas emisiones de carbono. Los sistemas medioambientales de las empresas ya requieren que se minimicen las emisiones de carbono en la cadena de suministro. Si las instalaciones de producción de un subcontratista no se ajustan a estos requisitos, corre el riesgo de que no le contraten. Muchos también se están preparando para la futura legislación que limitará las emisiones de carbono de los edificios.

En los últimos años, las empresas responsables que se comprometieron a respetar objetivos relacionados con la neutralidad de carbono han empezado a prestar más atención a la responsabilidad medioambiental de sus socios y cadena de subcontrata.

«Muchas empresas quieren saber el consumo energético y las emisiones de dióxido de carbono de los procesos e instalaciones de producción de sus socios. A veces, hay que llevar a cabo cálculos muy precisos sobre el impacto ambiental de las operaciones, y solo se llega a un acuerdo si el socio puede demostrar que está por debajo de unos límites, afirma Petri Maunula, responsable de calidad de Best-Hall.

Los requisitos se derivan de los propios objetivos sobre eficiencia energética y sistemas medioambientales y de seguridad de la empresa, que exigen que toda la cadena de producción funcione según estos estándares.

Las normativas sobre edificación incluirán requisitos sobre emisiones de carbono reducidas en los próximos años

Best-Hall ha desarrollado un modelo de cálculo que le permite proporcionar a sus clientes un informe detallado sobre la huella de carbono del ciclo de vida útil de un edificio.

«El cálculo incluye aspectos como la cantidad de dióxido de carbono que emite el edificio en diferentes etapas de su vida útil. Para el propietario de un edificio de Best-Hall, el cálculo sirve como documento sobre las emisiones que genera el edificio y sus posibles datos favorables en cuanto a reducción del uso de carbono», explica Maunula.

Calcular las emisiones de carbono será obligatorio para todos los edificios en los próximos años. Según la hoja de ruta para la edificación con bajas emisiones de carbono publicada por el ministerio de medioambiente de Finlandia, la vida útil de los edificios con bajas emisiones de carbono formará parte de la normativa sobre construcción a mediados de la década de 2020. En una primera fase, será necesaria una vida útil con emisiones de carbono reducidas para los edificios de nueva construcción, aunque más tarde se aplicará a todos los edificios.

«Reducir la huella de carbono del entorno edificado es un objetivo común de todo el sector de la construcción. Como pioneros de la construcción de edificios, queremos ayudar a nuestros clientes anticipándonos al futuro y contribuyendo activamente para alcanzar las metas comunes relacionadas con la neutralidad de carbono».

Los cálculos ayudan a los gestores a elegir opciones con bajo consumo de carbono

El cálculo de la huella de carbono está disponible para edificios construidos por Best-Hall desde la primavera de 2020.

La fabricación, el transporte y el reciclaje de los materiales de construcción, además de la eficiencia energética del edificio, afectan a la huella de carbono. Los primeros cálculos han demostrado que la forma de energía elegida afecta particularmente a la huella de carbono del edificio de Best-Hall. Para sacar más partido al cálculo, debería llevarse a cabo en la fase de planificación.

«El cálculo ayuda al constructor a elegir la opción con menores emisiones de carbono según diferentes materiales y formas de energía. En el cálculo también se pueden incluir los costes, así que ha resultado fácil deducir, a partir de las cifras, que un sistema de calefacción energéticamente eficiente consigue un retorno de la inversión muy elevado a lo largo de la vida útil del edificio», señala Maunula.

La responsabilidad influye cada vez más en la decisión de compra

En su intento por determinar el impacto ambiental de sus edificios, Best-Hall también ha calculado la huella de carbono de su propio proceso. Desde hace mucho, la empresa fabrica edificios con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono: la elección del acero y los materiales para el revestimiento, el tratamiento de la superficie de los marcos y el transporte son opciones que tienen en cuenta la reducción al mínimo del impacto medioambiental.

«A nosotros cada vez nos piden más informes sobre las emisiones y el consumo energético de la fábrica, así como la responsabilidad relacionada con el bienestar y la seguridad laboral de nuestro personal. Llevamos años trabajando en estos temas. Ahora es fácil ofrecer a nuestros clientes esta información con cálculos predefinidos cuando nos lo solicitan».

Best-Hall ha estandarizado todo su proceso productivo y la empresa cuenta con las certificaciones ISO para sistemas de calidad, salud y seguridad laboral así como responsabilidad ambiental.

«Muchos proyectos y edificios internacionales de empresas punteras de Finlandia nunca se habrían completado si nuestras prácticas en materia de responsabilidad no hubieran estado al nivel de sus sistemas medioambientales y de salud laboral», declara Petri Maunula para incidir en la importancia de la responsabilidad.