El serrador ve la importancia de su trabajo: así se producen las magníficas naves

Uno de los principales puntos fuertes de Best-Hall es el proceso de fabricación en la fábrica de Kälviä, que está completamente en sus manos. Ver el proceso completo es una importante fuente de motivación para muchos trabajadores. También lo es para Ilkka Suonsyrjä, que sierra los tubos de acero a la medida correcta.

«Cuando te vas a casa, es muy gratificante poder ver el resultado de tu propio trabajo en el patio de la fábrica, donde los elementos del armazón terminados esperan su paso a la fase de pintura», afirma el serrador Ilkka Suonsyrjä.

Ilkka trabaja en la serrería de Best-Hall, donde sierra tubos de acero para obtener las diagonales necesarias para los elementos según el diseño de la nave. Para una nave de grandes dimensiones, pueden ser necesarias hasta 400 diagonales, por lo que siempre hay algo que serrar.

«En periodos de mucho trabajo, puedo hacer hasta 800 cortes al día con mi serradora».

 

Comprender el conjunto es importante

Cuando Ilkka empezó a trabajar en Best-Hall, en la década de 1990, la empresa era mucho más pequeña y las descripciones de trabajo, más extensas.

«La cultura de trabajo implicaba ir allá donde hiciera falta».

Oficialmente, Ilkka llegó a la empresa para soldar los elementos del armazón, pero no tardaron en requerir sus servicios también en tareas de instalación. Cuando se jubiló uno de los serradores de más edad, Ilkka fue a parar «a la sierra».

Afirma que participar en las distintas fases del proceso de fabricación de la nave no solo lo ha ayudado a comprender mejor el trabajo de sus compañeros y a saber dónde va cada pieza, sino que también ha consolidado la importancia de su propio trabajo.

«Entiendo mejor el conjunto y cómo todo está relacionado entre sí y, en especial, la importancia de cada detalle».

I. Suonsyrjä

 

Es agradable ir y venir cada día

Ilkka afirma que, en los cerca de 30 años que lleva en Best-Hall, no ha habido un solo día en el que no le haya resultado agradable ir a trabajar.

«El trabajo siempre ha sido lo suficientemente estimulante y siempre hay un montón de tubos que cortar. Un poco de prisa y presión para producir el material para los soldadores hace nacer la motivación», ríe Ilkka.

Al parecer, entre los apenas diez trabajadores de la serrería también hay buen ambiente. Para Ilkka, lo fundamental es la confianza que se respira.

«Siempre que te hagas cargo de tu trabajo, tienes flexibilidad para hacerlo como quieras. Por supuesto, es una buena sensación saber que se valora tu esfuerzo».